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Energía de la Biomasa
La biomasa es un combustible ecológico de origen vegetal o animal. Se utiliza bien como combustible sólido (pellets, astillas, etc), bien como combustible líquido (bioetanol, biodiesel) o como biogás.
Los residuos forestales procedentes de las podas de parques y jardines, de la limpieza de montes y los residuos orgánicos urbanos e industriales, como pueden ser los huesos de aceituna o las cáscaras de frutos secos constituyen la materia prima para la fabricación de biocombustibles. Se utiliza para calefacción, agua caliente sanitaria, calentamiento de piscinas y generación de electricidad y biocarburantes.
La instalación de una caldera de biomasa en casa puede suponer un ahorro de hasta un 50 % en el gasto de la calefacción. Además las calderas son totalmente inocuas y limpias y, a diferencia del gas o el gasoil, 100 % seguras, ya que no hay riesgo de explosión. Por otro lado, la combustión de biomasa emite CO2 neutro, esto significa que emite el mismo CO2 que anteriormente ha captado la planta de la que proviene. Asimismo, evita la emisión del gas metano que se genera al quemar los residuos sólidos urbanos (RSU) ya que en vez de quemarse en los vertederos, estos se utilizan para elaborar biomasa.
Según el IDAE, los recursos potenciales de biomasa en España superan los 17 millones de toneladas equivalentes de petróleo, que de ser aprovechados se convertiría en la tercera fuente de energía, solamente superada por el petróleo y el gas natural.