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Ejemplo de autoconsumo

Actualmente en el mercado existen kits de autoconsumo “plug & play”, formados por una o dos placas solares, un micro-inversor y cableado suficiente para conectar el sistema a cualquier enchufe de la red interior doméstica. A continuación vamos a ver cuánto podemos ahorrar utilizando uno de estos equipos en una vivienda situada en la isla de Mallorca, con un clima mediterráneo, y que tenga un consumo eléctrico anual de 3.500 kWh. Antes de seguir, es preciso remarcar que cada caso es particular y que para realizar un estudio exhaustivo la mejor forma es colocar un contador en nuestro cuadro eléctrico que nos mida la potencia instantánea que estamos demandando.



Siguiendo con nuestro ejemplo, si elegimos el equipo más sencillo posible compuesto por una única placa solar de 250 W, con un coste aproximado de 500 € (sin incluir la legalización y registro), las curvas de consumo, producción y excedente para los meses de enero y julio son las siguientes:



El excedente es la energía que no podemos consumir por no tener ningún consumo en el momento de generarse. Se puede comprobar como en este caso particular, no llega al 10 % de la energía producida. Otra opción es vender a la distribuidora de electricidad la energía sobrante, aunque no es recomendable para pequeñas instalaciones debido a que el propietario debería darse de alta como autónomo para poder facturar, con el consiguiente gasto económico que ello conlleva.

Resumiendo, realizando las curvas para todos los meses del año hemos obtenido una producción anual de 405 kWh. Descontando un 8 % de la energía que no podemos aprovechar nos quedan 375 kWh útiles, o lo que es lo mismo, de los 3.500 kWh que necesita la vivienda, los primeros 375 vienen del sistema fotovoltaico y los 3.125 restantes de la red exterior.

¿Cuánto hemos ahorrado?
Al precio actual del kWh de 0,15 € los 375 kWh suponen un ahorro de 56 € anuales. Si el precio del kWh se congela durante los próximos años, algo ciertamente difícil que ocurra, el equipo fotovoltaico estaría amortizado en menos de 9 años.

Ahora bien, ¿qué pasa si la electricidad se encarece un 5% anual?
En ese caso, más que probable, la instalación fotovoltaica estaría amortizada en 7,5 años. A partir de entonces los 375 kWh serían gratis.

Si se aumenta el tamaño de la instalación fotovoltaica disminuirá el periodo de amortización siempre y cuando se ajuste la demanda energética a la curva de producción para evitar el excedente energético. Por ello, antes de aumentar el tamaño de la instalación hay que realizar un estudio detallado del consumo para no incurrir en gastos innecesarios.

Si la actual propuesta de Real Decreto es definitivamente aprobada, habrá que pagar un mínimo de 0,067 € por cada kWh producido en concepto de peaje de respaldo. En nuestro ejemplo, eso supone pagar una cantidad de 25 € como mínimo, que habría que descontar a los 56 € de ahorro, y en consecuencia el plazo de amortización prácticamente se duplicaría.

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